A veces me encuentro con gente de mi gremio que asegura que si le contratas, te ayudará a conseguir miles de seguidores en apenas unas semanas. Y a mí, sinceramente, me encantaría poder prometerle eso a mis clientes. Pero la verdad es que yo no sé hacer eso, no tengo ni idea de cómo conseguirlo.
Bueno, miento, sí que lo sé.
Puedo invertir 79.95€ en comprarlos. Fácil y sencillo. Incluso barato. Una transacción de minutos y poco a poco tus seguidores irán subiendo como la espuma.
Si me pongo exquisita, puedo escoger la opción de “Comprar seguidores reales en España”. Sale un poco más caro, a 1€ por seguidor, pero al menos no son seguidores lituanos o paquistanís. Queda más vistoso.
Pero esto, simplemente, no sirve para absolutamente nada. Es un engañabobos que a la larga no te va a reportar ningún beneficio. Porque a ese seguidor lituano no le vas a vender una sesión de mentoría ni ese señor de Pakistán va a viajar hasta Madrid para reservar mesa en tu restaurante. Y a ese seguidor español, por el que has pagado la friolera de un euro, le das exactamente igual.
Vamos, que el número de seguidores te va a quedar muy vistoso pero poco más. No habrá ni rastro de interacción. Ni por supuesto de conversión.
Porque para eso solo funciona una cosa: la estrategia. Donde no pueden entrar ni los bots ni las IA. Donde toca pararse a pensar y diseñar un plan de acción, definir unos objetivos y probar, probar y probar. Porque en esto de las redes no hay fórmulas mágicas (¡ojalá!) y por eso hay que analizar cada contexto y actuar en consecuencia.
Cada perfil es un mundo, cada sector tiene sus propias reglas y cada proyecto sus propias líneas estratégicas. Y eso, no se construye en 15 días.
Así que por favor, no me pidas que te consiga 10.000 seguidores en un par de semanas, porque no tengo ni idea de cómo hacerlo.
Nos leemos el martes que viene :)
Leire
Cuántas veces necesitan los clientes darse este golpe de realidad sobre el número de seguidores. Tengo una anécdota muy graciosa con uno, pero se queda para el petit comitè